Aspiraciones

Del salón en el ángulo oscuro. Los aspiradores tienen mala prensa. Nadie les hace una rima, como la de Bécquer al arpa «silenciosa y cubierta de polvo».

Mis aspiraciones vitales son limitadas, de andar por casa. Si hoy es viernes, y parece que sí, me toca afrontar las tareas domésticas que me corresponden en día tan señalado. La verdad es que son sencillas, pero me van a ocupar casi toda la mañana: limpieza general, cocina para la semana, organización y traslado de libros, preparación de un breve viaje, colaboración con una iniciativa local… Mis habituales sesiones de pilates quedan convalidadas hoy con las infravaloradas labores del hogar.

De lo leído en la prensa de hoy me quedo con el artículo de Richard Ford en El País: «Me gustaría no pensar que Biden va a perder». Gran parte de lo que dice Richard Ford sobre las próximas elecciones en Estados Unidos («Antes que a Donald Trump, votaría a un chimpancé») podría aplicarse a los comicios europeos de este domingo. En mi caso, simple periodista en la reserva que observa el mundo fregona en mano, tengo claro que antes que votar a la vociferante y cansina derecha hispana…

La vida, sobre todo a ciertas alturas de la película, es demasiado breve como para perder el tiempo escuchando las provocaciones y sandeces que lo populares y sus mariachis lanzan cada día. Cierto que al otro lado no está el paraíso, pero aquí se trata de elegir las mejores opciones posibles, las más decentes, no de perderse en debates exquisitos ni en quimeras ni en tertulias estériles.

Quinta entrega de las aventuras y desventuras de Frank Bascombe.

«Últimamente, me ha dado por pensar en la felicidad más que nunca». En la quinta entrega de las desventuras de Frank Bascombe (Sé mía), que solo he hojeado un poco, Richard Ford nos presenta a su entrañable personaje ya septuagenario. Tiene un trabajo a tiempo parcial, cuida de su hijo enfermo de ELA y lleva «una vida solitaria, de jubilado casero y con carnet de biblioteca». Creo que conozco a gente muy parecida. Si quiero leer el libro, mejor me paro aquí, así que, alcanzadas ya mis trescientas palabras, les dejo con la imagen del día: la foto del aspirador de mi armario. María Avía o Isabel Quintanilla o María Moreno harían arte con este rincón, pero para mí es solo una herramienta de trabajo, como la luna para los poetas o la lavandería para Begoña M. Rueda.

Deja un comentario