Otro aniversario del 25 de abril en Portugal, aquella revolución romántica y truncada, marchita casi tan rápidamente como los claveles que la anunciaron. Esta tarde, camino de casa, he comprado en la calle una docena de claveles rojos por diez euros. Los he metido cuidadosamente en el florero de Sargadelos, pero he reservado uno para colocarlo encima de la radio analógica que tengo en la cocina. Y ha quedado así, como una antena vegetal, roja y verde, que brota de las entrañas del aparato.
La radio, siempre la radio. Fue una emisora, Radio Renascença, la que dio, en la medianoche del 25 de abril de 1974, la señal del comienzo de la revolución que acabó con la dictadura de Salazar. Aquel anuncio en clave musical era una canción de Xosé Afonso, otro olvidado: Grândola, Vila Morena.
He repasado con nostalgia las imágenes de aquellos días, gran parte de las cuales pueden verse en el gran archivo de RTVE. He recordado los nombres de algunos periodistas que en 1974, cuando yo terminaba el bachillerato y seguía con fruición el trabajo de los reporteros de TVE, narraron el desfile de los tanques por las calles de Lisboa: David Solar, Manu Leguineche, José Manuel Diego Carcedo, Manolo Alcalá… También estuvieron en Portugal, algún tiempo después, dos estupendas enviadas especiales: Ana Cristina Navarro y Carmen Sarmiento, autora de un excelente reportaje emitido en 1977.
La Revolución de los claveles se produjo cuando España aún vivía bajo la dictadura del general Franco, que siguió a lo suyo, sin inmutarse en apariencia. La efeméride, este nuevo aniversario del 25 de abril, llega en tiempos difíciles para Portugal y para toda Europa. Frente a esa dura realidad, nos quedan los recuerdos y los símbolos de viejas promesas y esperanzas. También los humildes homenajes particulares y solitarios, aunque sean tan absurdos e ingenuos, tan teatrales, como este de poner un clavel en la radio de la cocina e imaginar con emoción como sonaba, hace 30 años, Grândola, Vila Morena. Em cada esquina um amigo / Em cada rosto igualdade / Grândola, vila morena / Terra da fraternidade…