
Suplemento cultural del diario «Asturias»
Tengo el cansancio anticipado de cuanto no encontraré / y la nostalgia que siento no es del pasado ni del futuro.
Fernando Pessoa
«Nosotros somos hombres del mañana», decían Tip y Coll a finales de los años setenta en una de sus geniales intervenciones en Televisión Española. La frase, junto con algún otro gag, ha sido recuperada ahora en una nueva emisión, la correspondiente a 1979, de ¿Dónde estabas entonces?, un excelente espacio presentado por Ana Pastor en La Sexta.
Contrasta este deseo de futuro de los dos humoristas con otros testimonios ofrecidos en el programa, espejo de una España que estrenaba libertad pero vivía aún muy alejada de las prácticas democráticas. Estremece recordar, por ejemplo, la marginación social y política —aquella izquierda dogmática… tan culpable como la derecha— de los homosexuales, a la que está dedicada la primera parte de la emisión. Hay declaraciones desgarradoras.
Entonces, en 1979, yo tenía 22 años y me encargaba de la información política en un periódico surgido al calor de la Transición, el Asturias, del que ya escribí en este blog en otras ocasiones. Casi todos los episodios rescatados ayer por Ana Pastor —desde la revolución de Jomeini hasta la renuncia del PSOE al marxismo o el atentado de los GRAPO— tuvieron eco en las páginas de aquel diario progresista, dirigido primero por Graciano García y después por Melchor Fernández Díaz, dos maestros del oficio.
La experiencia fue efímera, apenas un año. Antes del cierre y del silencio de la rotativa, los redactores nos lanzamos a pedir firmas de solidaridad para retrasar un final inevitable. Guardo en mi memoria un apoyo muy especial, inesperado para mí si tenemos en cuenta la época y la orientación editorial del diario. Era el 8 de septiembre de 1979, en Covadonga, cuando le pedí ayuda al entonces arzobispo de Oviedo, Gabino Díaz Merchán. El prelado no lo dudó ni un momento y no solo estampó su nombre en el escrito sino que me trasladó elogios verbales sobre la calidad y los contenidos del periódico. Nunca lo he olvidado.
La vida y la historia son una sucesión de coincidencias. Esta misma semana, don Gabino, que en la actualidad tiene 91 años y es arzobispo emérito de Asturias, ha presentado un libro que, según leo en La Nueva España, refleja distintos episodios de su larga vida eclesiástica. No son sus memorias, pero sí parte de sus recuerdos, a los que añado mi humilde testimonio de gratitud por un gesto simbólico que en aquellos momentos tenía gran valor.
Nosotros, que somos los de entonces de Loquillo —Memoria de jóvenes airados—, formábamos parte de aquella España de luces y esperanzas retratada anoche por La Sexta. Y aquí seguimos, «cautivos, en reinos conquistados / donde habitan los silencios».